Una colonoscopia es un procedimiento médico que permite a los médicos examinar visualmente el interior del colon (intestino grueso) y del recto utilizando un colonoscopio, un tubo largo, flexible y delgado equipado con una cámara en su extremo. Este procedimiento se utiliza tanto para propósitos diagnósticos como terapéuticos. Algunas de las enfermedades y condiciones que una colonoscopia puede detectar incluyen:

1. Pólipos y Cáncer Colorrectal: La colonoscopia es una herramienta crucial en la detección y prevención del cáncer colorrectal. Los pólipos, que son crecimientos en el revestimiento del colon y que pueden ser precursores de cáncer, pueden ser identificados y a menudo extirpados durante el procedimiento.

2. Enfermedad Inflamatoria Intestinal: Incluye condiciones como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. La colonoscopia ayuda a diagnosticar estas enfermedades y a monitorizar su evolución y respuesta al tratamiento.

3. Diverticulosis y Diverticulitis: La presencia de pequeñas bolsas (divertículos) en las paredes del colon puede ser identificada con una colonoscopia. Además, la inflamación de estos divertículos, conocida como diverticulitis, también puede ser evaluada.

4. Sangrado Gastrointestinal: Una colonoscopia puede determinar la fuente de un sangrado en el tracto gastrointestinal inferior.

5. Anomalías Estructurales: Puede detectar problemas estructurales como estrechamientos (estenosis) o malformaciones congénitas del colon.

6. Infecciones: Algunas infecciones que afectan el colon, como la colitis infecciosa, pueden ser diagnosticadas a través de la colonoscopia.

Además de estas funciones diagnósticas, la colonoscopia también puede ser utilizada para terapias, como la eliminación de pólipos o la cauterización de sitios de sangrado.